"Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida"
Bien podría ser su epitafio, y si no esta, cualquiera de las docenas de perlas que salieron de su cultivada inventiva.
En sus manos la idea se fué deconstruyendo para ser moldeada y torneada, con su lenguaje humano y llano, y devolverla al mundo en una oración pluscuamperfecta, rica en matices y claridades.
Dejemos los homenajes para los de las corbatas y las cámaras y guardemos para nosotros el recuerdo de su humilde genialidad...
Allende de Mario Benedetti
lunes, 18 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Pues lo que tú dices, que nos deja una preciosa herencia para que la disfrutemos mientras la muerte no nos llegue también a nosotros y, espero, para futuros lectores comprometidos y valientes. Me ha dado mucha pena, muchísima, porque lo admiraba como poeta y como persona.
Publicar un comentario