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Al igual que en la película, la casa de te es un pequeño espacio donde uno espera encontrar algo que le reponga del mundo exterior: un pequeño rincón con pocas pretensiones, pero muchos humildes deseos...
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5 comentarios:
¿No será que lo cultivan en algún sitio conflictivo? No sé, será cuestión de investigar a ver qué pasa con el cacao. Yo particularmente lo compro de comercio justo; siempre es algo más caro, pero más solidario también.
El problema es que muchas cosas a las que estamos enganchados no la venden en comercio justo, como la Nocilla o los Chococrispies.
Conozco a más de uno que matarían a su madre por comer Nocilla, pero que no lo hacen por lo de las multinacionales. Pero después tienen móviles y beben refrescos en los bares.
El problema es el sistema entero, que nos da unos grados de libertad para limpiar nuestras conciencias.
No debería haber solidaridad, debería haber nacionalización de recursos y ya ibais a ver la cara que se les quedaba a más de uno.
Pero, claro, la gente tiene hambre, y a buen hambre no hay pan duro ni dueño explotador.
De acuerdo contigo, Mameluco. Ya sé yo que lo del comercio justo es un modo de lavarnos la cara, pero no lo puedo evitar, si hay allá voy. No tengo que renunciar a la Nocilla o cosas así, no como de eso, así como no tomo refrescos en los bares. Móvil sí tengo, pero nunca llevo el último modelo, desde luego. Nacionalización de recursos siempre.
Seguramente lo que mas le ha costado al presente estado de las cosas ha sido hacer creer al general de la población que vive en la opulencia, ya que mantiene en unos umbrales de pobreza extrema a un gran número de habitantes, mientras nuestras conciencias proletas se debaten con nuestras conciencias individuales...
Recuerdo que con los millones que no llegaran a gastar los gañanes mas ricos del planeta sacariamos de la pobreza al resto de la humanidad. Por cierto, vale la pena verse "Ultimatum..."
¿Ultimatum a la tierra? Para mí, esa película es esta película, y ninguna otra.
Esa es la que recomiendo fervientemente. De Robert Wise. ¡Que peliculón!
La solución de la pobreza no está en nuestras manos, sino en las manos de los gañanes de guante blanco.
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